I Really Didn't Mean To Be The Saviour Of The World - Chapter 8 - 7: Come, Listen to My Song_1

Hace 24 años, el mundo colapsó. Un virus conocido como Eclipse transformó a la humanidad en criaturas mutantes, llevando a la sociedad al borde de la extinción. Las ciudades se convirtieron en ruinas, los asentamientos luchan por sobrevivir, y la verdad sobre el origen de la infección se ha perdido en el tiempo.En este mundo roto, Kai, un viajero solitario y mercenario de intercambio, sobrevive negociando Obsidianos, la única moneda de valor en la nueva era. Su vida cambia cuando cruza caminos con Lía, una misteriosa joven perseguida por mercenarios. Su única posesión es un antiguo colgante de Obsidiano, cuyo secreto podría cambiar el destino del mundo.Juntos, se ven envueltos en una conspiración que los lleva hasta el Laberinto Ancestral, un lugar prohibido que esconde la verdad sobre el Eclipse. Perseguidos por un ejército liderado por el despiadado Voss, enfrentándose a infectados más allá de la comprensión humana y descubriendo que su pasado está conectado al desastre, Kai y Lía deberán decidir si la verdad merece ser revelada… o si es mejor que permanezca enterrada.Cuando la última puerta del Laberinto se abre y los ecos del pasado despiertan, solo una pregunta queda en el aire:¿Es el Eclipse el fin de la humanidad… o su evolución?

After an unfair life and death, Qin Hua was miraculously gifted with a second chance. But she was a dog now? And the world suddenly changed?

Terrifying beasts roamed the streets instead of cars and trucks. Plants turned deadly. Rifts to other realms opened in random street corners and more importantly, humans gained unimaginable abilities!

Earth entered a new beginning where mana was abundant and one's monetary wealth no longer determined their fate!

With the strong surviving and the weak perishing, will Qin Hua kill or be killed in this new world?

This is a story of the earth's spiritual awakening and a dog's rise to power!

Six months ago, tens of thousands of black phantom towers appeared all over the world, floating above the cities. Chemists, physicists, religious people… all of them could do nothing.

Mimizuku, a small girl with chains on her wrists and ankles and the numbers “332” branded onto her forehead, wanders into the Forest of Night seeking to be eaten by a monster. However, when the ruler of the monsters, the mysterious and beautiful “King of Night,” refuses to eat her, she tries to formulate a way to convince him otherwise.